Ayer me pasó algo que no suele darse muy a menudo en un autobús un viernes a las 3:30 de la tarde, en Sevilla, con 40 grados a la sombra...

El hecho de coger el autobús no es ni divertido ni mucho menos interesante, pero mi opinión ha cambiado algo después de ese último viaje.

Ella es un ángel; recuerda mucho a Melissa Joan Hart, así que imaginate... pues eso; que te encuentres alguien así en un autobús no es algo muy común, pero lo mio es algo surrealista.

Bueno, lo que pasa es que yo me siento al lado de esa preciosidad, y en ese momento suena el móvil... mi madre.

Después de hablar con ella menos de un minuto (en portugués, porque soy brasileño...), la chica interesada empieza a preguntarme de donde soy, como me llamo, edad, etc... Vamos... que yo no me lo creía, la chica me estaba “trabajando”, jejeje.

Intercambiamos números de teléfono, charlamos un poco hasta que llega mi parada y... resulta que ella también se baja allí.

Le acompaño hasta su casa, y antes de sacar las llaves para abrir la el portal, ella me mira, yo la miro y....... no ocurre nada... yo rechazo el beso de una de las chicas más guapas que he conocido alegando que me gusta otra, aunque esa es la pura verdad.

Penoso... ahora lo ya lo que me falta es que me rechace la chica que me gusta, eso ya sería lo ultimo, pero la suerte es que Melissa me ha dicho que si cambio de opinión ella estará allí, esperándome, jajajaja... y yo me lo creo.

Dalber, eres muy inocente...